Como habréis notado, la semana pasada subimos dos tops, así que esta semana toca dos entradas más generales. Pero no os preocupéis, que a partir de la semana siguiente volveremos al horario normal.
La entrada de hoy es muy especial porque es una entrevista a Sonia Lerones Losilla, autora de La posada Shima, libro que leímos y comentamos el día 1 de septiembre. Esperamos que así podáis conocer un poco mejor a la autora y la obra, sobre todo las personas que no pudisteis asistir a la reunión. ¡Disfrutad!
La primera pregunta quizá es una de las más básicas pero no por ello menos importante. ¿Cómo se te ocurrió la idea de La posada Shima?
No recuerdo qué rondaba por mi cabeza por ese entonces, pero una chispa surgió de entre mis dedos que me hizo empezar a escribir sobre una chica sometida por un mago. Coincidió también que necesitaba hacer una escaleta para la asignatura de guion audiovisual (para tercero de carrera) y fue la razón por la que desarrollé más la historia y la compliqué. Fue la mejor asignatura que tuve en Comunicación Audiovisual y fue muy estimulante porque hizo que volviera a escribir.
Me gusta pensar que seguí la premisa de que, si no existe la historia que quieres leer, que la escribas. Así comenzó la aventura de Ania. Imagino que es más visual porque nació en mi cabeza como una película.
Sin duda es una manera interesante de crear una nueva historia. ¿Fue un proceso complicado?
Para el contexto, sí. Tuve que investigar muchísimo sobre la cultura japonesa. Aprender nombres, derribar mis propios prejuicios, traducir refranes o palabras, empaparme de sus leyendas sobre dragones, dioses y demonios, saber un poco sobre la historia del país, sobre su geografía…
Como soy brújula también tuve que volver sobre mis pasos en varias ocasiones para que todo tuviera sentido. Crear mundos donde la magia se rige por circunstancias muy concretas es complicado. No quería agujeros ni que algo no se entendiera. Aunque desde el comienzo tuve claro el final.
La posada Shima no es tu primera novela. ¿Tienen tus historias un elemento común o prefieres distanciar completamente una de las otras?
No sé si es de manera intencionada, pero ninguna de mis historias se parece en nada a las demás. Por ahora he tocado la ciencia ficción, la fantasía y el realismo; y en todas hablo de temas distintos. Creo que, al acabar un proyecto, el siguiente tiene que llamar poderosamente mi atención para que lo continúe, de ahí que necesite que sea diferente. Aunque, tras haber terminado uno que ocurre en la época actual, sigo en otro del mismo género, aunque con algún toque paranormal.
Hablando de tus dos novelas publicadas, Fugitivo y La posada Shima son de géneros diferentes, una más cercana a la ciencia ficción y la otra a la fantasía. ¿Con cuál de los dos géneros te sientes más cómoda escribiendo?
Siempre me he considerado una escritora de fantasía. Mis primeras historias largas se movían dentro de ese género y Fugitivo surgió como un reto personal. Quise salir de mi zona de confort y enfrentarme a algo completamente diferente. Sin embargo, es cierto que mi carrera apenas ha empezado y que el realismo está abrazándome muy fuerte ahora mismo.
Y a nivel de personajes, ¿con quién te identificas más? ¿Cuál es el más divertido de escribir?
Rina creo que es más afín a mí. Es uno de mis personajes favoritos a pesar de no ser uno de los protagonistas. Es una persona paciente y calmada, no muy cariñosa, pero cuyo afecto muestra con sus acciones, que cree en el bien común y en la bondad de la gente. Alguien que ha perdido mucho, que se enfrenta consigo misma cada día y procura superarse. Tiene sus fallos, sus defectos, y eso la hace muy humana.
Quizá lo más divertido ha sido adentrarme en la mente de la bruja Majo. Escribir sus escenas, cualesquiera que fueran, eran un reto y una satisfacción. Se puede escribir a villanos que solo hacen cosas malas, pero crear uno con sus luces y sus sombras ha sido de lo más estimulante. También escribir a Jarreth fue muy entretenido. Procura llenar toda la estancia cuando aparece y tener la última palabra; su arrogancia suele ir por delante, al igual que su dramatismo, pero en el fondo lo que lleva es una máscara. Está tan atormentado que cree que, si alguien viera su alma, lo tacharía de monstruo.
Una vez acabado el proceso de creación, queda la corrección. ¿Te costó mucho corregir La posada Shima o fue más bien un trabajo ligero?
Fue un trabajo de varios meses y muchas relecturas. El manuscrito se ha hecho más grande tras las correcciones. Le faltaba contexto y alguna escena para darle más cohesión a la historia. También debía nombrar más veces a los personajes, ya que los nombres japoneses son difíciles de retener. La corrección no suele ser la parte más entretenida, pero aprendí muchísimo.
Una vez estaba lista para ver el mundo, al menos por primera vez, ¿cuáles fueron las primeras reacciones de tus lectores beta al leer La posada Shima? ¿Te ayudaron en algo fundamental?
Los lectores beta son una parte esencial de la escritura. Las primeras reacciones fueron buenas, fangirlearon mucho y me ayudaron en cuestiones muy concretas. Para cierta escena complicada, uno de mis betas me contó su experiencia personal y me dio muy buenos consejos para hacer más real la situación. También es bueno contar con alguien que sea fisio y sepa de lesiones.
Precisamente uno de los plot twist de la historia fue idea del primer beta que suele ir leyendo mientras escribo (por lo general, no suelo dejar que nadie lea hasta que no le haya dado mil vueltas y correcciones a la historia ya acabada). Este plot twist soléis odiarlo y a mí me encanta.
Después de publicar con editorial, en este caso Onyx Editorial, ¿prefieres autopublicar o publicar de manera más tradicional?
Después de la experiencia que he tenido con Onyx Editorial, prefiero de manera tradicional. He tenido voz en todo momento, ha sido un trabajo en equipo y donde lo que he opinado se ha respetado. Me han llevado de la mano durante todo el proceso, calmando mis nervios y dudas y haciendo que me emocione con cada nuevo detalle. Ha sido un viaje increíble y muy estimulante. La editorial tiene una capitana que hace que algo tan largo y donde hay que poner mucho esfuerzo, parezca fácil. Te enamoras de lo que vives.
Y ¿qué crees que vio la editorial en La posada Shima para querer publicarla?
Me voy a quedar con una cosa que dijo Arantxa Comes en el club de lectura que hicimos en Valencia. No recuerdo las palabras exactas, pero dijo algo como que es una historia que, más allá de Ghibli, no encuentras apenas referentes. Pienso que les pareció original. No se suelen leer historias que se adentren en la cultura japonesa ni en ese tipo de magia. Lo que sí sé es que a la editora le encantó el final.
Después de unas cuantas preguntas sobre el libro, vamos a conocerte mejor. Estas son algunas preguntas de escoger:
¿Mapa o brújula?
Brújula
¿Escribir a mano o a ordenador?
No soy capaz de concentrarme escribiendo a mano. A ordenador.
¿Escribir en silencio o con música?
En silencio. La música solo en situaciones muy concretas, como una escena triste. Soy una persona muy empática y, si necesito entrar en situación, sé escoger qué necesito para poder sumergirme en una emoción.
¿Escribir sola o acompañada (de personas o mascotas)?
Sola.
¿Película o serie de La posada Shima?
Película
¿Liam (Fugitivo) o Ania (La posada Shima)?
Ania. ¿Sabéis que a Liam le tengo un poco de tirria? A quien yo quería era a Jared.
Y para acabar, vamos a sacar el lado más friki. Sabemos que eres una gran fan de Studio Ghibli y que para ti ha sido una gran fuente de inspiración. ¿Cuál sería tu película favorita del estudio?
Depende del momento. Mis dos favoritas de siempre han sido El viaje de Chihiro y El castillo ambulante. Con los años va ganando terreno la última, pero ambas tienen un hueco en mi corazón.
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¡Eso ha sido todo! Muchas gracias a Sonia por responder nuestras preguntas, ¡ha sido muy interesante conocer todas esas respuestas! Y a ti, nos leemos el viernes.
¡Hasta la próxima!
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